Propuesta para solucionar una situación que perjudica el paisaje de una playa y a la comunidad
Construir en la playa o cerca de ella implica muchos retos que sólo se pueden asumir con conocimiento. Como asiduos visitantes de Playa Parguito, hemos sido testigos de los cambios drásticos que puede tener un ambiente natural en el tiempo, la línea de la marea que conforma la orilla de la playa puede cambiar drásticamente en cuestión de días afectando la superficie de la arena e incluso el nivel del suelo por los cambios naturales que produce el oleaje en los bancos de arena. Al construir estructuras en la playa afectamos estas dinámicas naturales y en consecuencia esas mismas dinámicas afectan a las estructuras. Además del deber de instaurar y respetar leyes que protejan estos paisajes, es necesario analizar construcciones que ya están en pie y que pueden dar un servicio a la comunidad.
En Playa Parguito, se construyeron tres casetas de madera para albergar a un cuerpo de guardianes de la playa que en algún momento funcionó y que luego quedó en desuso, escuelas de surf locales las ocuparon en un esfuerzo por aprovechar un recurso que por falta de uso se estaba deteriorando, sin embargo, a falta de recursos y por las características naturales del entorno, estas estructuras se encuentran en condiciones muy precarias y en riesgo de colapsar en algún momento por la acción de las mareas.
Este proyecto demuestra cómo con diseño creativo, madera y pintura es posible con pocos cambios extender su vida útil y así seguir contando con ellas para desarrollar las actividades deportivas como el surfing y para la seguridad de todos como bases para dar a conocer información sobre la playa como corrientes, oleaje, conservación del ambiente y peligros.
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